Un grupo ruso ha hecho ingeniería inversa sobre un modelo específico de máquina tragaperras, fabricado por la compañía austriaca Novomatic y ha averiguado el algoritmo de generación de números pseudoaleatorios. Un miembro del grupo juega durante un rato en el casino, grabando con el móvil lo que va pasando. Después manda el vídeo al equipo en Rusia, que lo analiza y se sincroniza con la tragaperras. A partir de ese momento el sistema es capaz de avisar al jugador, mediante una vibración del teléfono móvil, del momento para tirar de la palanca.
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